domingo, 9 de noviembre de 2008

MK ULTRA






MK-ULTRA es un nombre en código para un programa de once años de investigación de la CIA de finales de los años cincuenta cuyo objetivo era producir y probar sustancias para que, una vez administrada a una persona, dijese toda la verdad.Los experimentos orientados hacia la modificación del comportamiento, o lavado de cerebro, se iniciaron antes de 1939. El proyecto se había creado a partir de otro programa anterior: el Bluebird. Este programa se creó para equilibrar la tecnología norteamericana con el incipiente progreso soviético en el campo del control mental.

El proyecto Bluebird se transformó poco después en el proyecto Artichoke, un nuevo proyecto pero con los mismos objetivos de avanzar en el plano del control mental. Este proyecto acabó en enero de 1952 cuando se estimó que era posible utilizar las técnicas investigadas en los propósitos de ganar la “Guerra Fría”.

Es entonces cuando surge realmente el MK-ULTRA. El 13 de abril de 1953, el director de la CIA, Allen Dulles, propone contrarrestar métodos similares usados en prisioneros de guerra norteamericanos durante la Guerra de Corea. El proyecto costó unos diez millones de euros y en él participaron numerosos científicos de las principales agencias de investigación, Institutos tecnológicos y Universidades más prestigiosas del país. Como sus predecesores, el MK-ULTRA era otro de los múltiples proyectos de la Agencia norteamericana para enfrentarse a la Unión Soviética durante la “Guerra Fría”.El plan original de la droga de la verdad avanzó hasta el proyecto MKSEARCH. Éste, iniciado en 1965, se trató de un proyecto total de control mental y modificación de la conducta mediante medicamentos (drogas y agentes biológicos). La modificación de la conducta buscada trataba de entrenar a asesinos inconscientes. Se trataba del asesino secreto perfecto, ya que ni el mismo asesino sabía que él trabajaba para la CIA. El control mental se planteó como un método para decantar la Guerra Fría en el lado norteamericano. Estos asesinos eran conocidos como “candidatos de Manchuria”

En 1967, la CIA, junto al Departamento de Defensa norteamericano, crea el proyecto MKNAOMI para sustituir al MKULTRA, en el que se experimentaba con armas químicas.
El proyecto finalizó a principios de los setenta, cuando todas las referencias fueron destruidas por la CIA. Las investigaciones apuntan a que hubo 149 procesos de investigación durante el proyecto. Muchos de estos procesos consistieron en probar el efecto de las drogas y su uso para el control mental. Entre ellos estaba uno muy interesante que trataba de cómo se podría a un individuo a larga distancia. Seis de esos procesos se cree que se probaron con seres humanos inadvertidos.

Se supo del proyecto MK-ULTRA cuando en 1975 se investigó el extraño suicidio de Frank Olson dos años antes tras un ataque de locura, al parecer, provocado por la experimentación de drogas en él.

El programa MK Ultra se inició por orden de Allen Dulles, el director del CIA, en 1953. El primer jefe del programa fue Sidney Gottlieb. El objetivo principal era producir una droga que obligara al sujeto a decir la verdad. Pero había aproximadamente 150 proyectos de investigación en el programa, y aún no se conoce el propósito de todos ellos.


Experimentos [editar]Algunos de los elementos usados en el programa eran la radiación y la droga LSD. También se usaron los barbitúricos y las anfetaminas simultáneamente, un proceso que se abandonó porque la muerte del interrogado era demasiado frecuente. Se utilizaban también muchas otras drogas. Los sujetos de las pruebas eran empleados de la CIA, miembros de los servicios militares, médicos, otros agentes del gobierno, prostitutas, pacientes con enfermedades mentales y miembros del público, muchas veces sin que los involucrados supieran lo que se hacía con ellos ni se solicitara su consentimiento.[4]

Finalmente, los investigadores descartaron la LSD porque sus efectos resultaban imprevisibles.

El proyecto MK Ultra consumía el seis por ciento de los fondos de la CIA en 1953.


Revelación [editar]En diciembre de 1974 el New York Times informó sobre las actividades ilegales domésticas de la CIA, mencionando unos experimentos con ciudadanos estadounidenses. Pronto siguieron investigaciones del Congreso y la Comisión Rockefeller. Las investigaciones demostraron que el doctor Frank Olson había muerto por una caída desde la ventana después de la administración de drogas. Sin embargo, la familia Olsen consiguió reabrir el caso en 1994, tras exhumar el cuerpo y hallar indicios de homicidio. La investigación, sin embargo, no consiguió encontrar pruebas concluyentes y cerró el caso en 1996. También se demostró que las personas sometidas a los experimentos no habían dado su acuerdo.

Los experimentos orientados hacia la modificación del comportamiento, o lavado de cerebro, se iniciaron antes de 1939. Más tarde fueron perfeccionados con la ayuda de sicotrópicos tales como algunos derivados de la ergotamina. Después de la Guerra las investigaciones se aceleraron culminando en el proyecto MK-ULTRA realizado cerca de Palo Alto. Pero los principios del método no son nuevos. Los ejercicios espirituales de los jesuitas corresponden al mismo tiempo de modificación del comportamiento. Algunos autores han llegado a manifestar que el propio Marx sufrió un lavado de cerebro con la mismas técnicas mientras estudiaba en Berlín.

«Lo malo es que, en última instancia, algunos a vaces ya no saben para quién están trabajando realmente». Son palabras graves para ser pronunciadas por una persona tan puntualmente informada como lo es Ismael Medina. «¿Se experimenta sobre las posibilidades de aplicación del control mental?» preguntan a altos mandos militares en Melilla (1980), al Jefe del Estado Mayor en Madrid (1983) y a la Dirección General de la Guardia Civil (1983): «Sí...sí...sí...» es su respuesta. El eco es el mismo. Grave. La libertad mental es la más íntima que nos queda y también esa nos la pueden controlar con excesiva facilidad. Este reportaje es a la vez una denuncia y un aviso. Ni Pershing, ni neutrones, ni guerra bacteriológica: la guerra mental es la más limpia y anónima aún y ya actúa entre nosotros.

El 28 de noviembre de 1953, un decepcionado y deprimido Dr. Frank Olson se arrojó de un décimo piso en un hotel de New York. Olson era desde hacía mucho tiempo un científico de la Chemical Corps Special Operations División -División de operaciones especiales del cuerpo químico, del Ejército estadounidense-, sus problemas comenzaron en la reunión que tuvo lugar nueve días antes.

Esta reunión era organizada por Sidnet Gottlieb, jefe del Technical Services Staff, de la CIA, sin saberlo los demás asistentes a la reunión, Gottlieb llevaba consigo una cantidad de LSD y deseaba probarla con ellos. En un momento dado, vertió LSD en la bebida de Olson y se sentó a esperar los resultados. Olson tenía una personalidad muy sociable y era amante de las bromas, pero pronto comenzó a sufrir unos desagradables efectos colaterales. Ben Wilson, otro de los asistentes, luego recordaría que Olson estaba psicótico. Gottlieb y su jefe, el director de Central Intellingence, Allen Dules, iniciaron un ocultamiento de los sucesos que ocasionaron la muerte de Olson, ese ocultamiento duró veinte años.

En riesgo estaba el super secreto proyecto de la CIA, el MK-ULTRA, el cual había crecido desde un programa anterior conocido como BLUEBIRD. Originalmente BLUEBIRD fue concebido para contrarestar los avances soviéticos en tecnologías de lavado cerebral. Las intenciones de la CIA tenían otros objetivos. Un primer objetivo fue estudiar métodos para, a través de los cuales, el control del individuo en cuestión fuera alcanzado. Esta experimentación se basó en la narco-hipnosis, o la combinación de drogas y una cuidada programación hipnótica.

Siempre evolucionando, el proyecto BLUEBIRD, fue luego conocido como ARTICHOKE y transformado en un programa ofensivo de control mental que aunaba las divisiones de inteligencia del Ejército, la Marina, la Fuerza Aérea y el FBI.

El fin del proyecto fue delineado en un memorando de enero de 1952, que ominosamente preguntaba “¿Podemos tomar control de un individuo, al punto donde éste hará nuestra voluntad, contra la suya propia, y aún contra las propias leyes fundamentales de la naturaleza y la autoconservación?

Se formó un equipo de trabajo en la CIA que pudiera viajar, al momento de ser notificados, a cualquier lugar del mundo. Su tarea era testear nuevas técnicas de interrogación, y asegurarse que las víctimas no recuerden nada de ese interrogatorio. Toda clase de narcóticos, desde marihuana a LSD, heroína y pentatol -también llamada la droga de la verdad- eran regularmente usados, eso sin contar, con las que sus equipos de investigación les abastecían.

A pesar de los pobres resultados iniciales, los programas de control mental de la CIA afloraron. El 13 de abril de 1953, el super secreto MK-ULTRA fue creado. Su fin era mucho más amplio que todos los proyectos anteriores, y sólo tenían acceso los mandos más altos de la CIA. El MK-ULTRA era considerado como un paraguas para OTROS 149 SUB-PROYECTOS. Muchos de estos tenían que ver con el testeo ilegal de drogas, otros mientras tanto, tenían que ver con la electrónica. Uno en particular exploraba la posibilidad de activar un organismo a control remoto. Una esfuerzo en común era lograr una técnica de lavado de cerebro para convertir individuos en mensajeros y espías sin que ellos lo supieran -también podrían convertirse en un futuro, en terroristas que acometieran acciones que les supusieran beneficios, algunos de ellos inconfesables, como pudieran ser, atentados en su propio país para crear una atmósfera de pánico que supusiera la restricción de todas las libertades fundamentales- ¿les suena esto a algo?

Desde siempre la CIA estuvo impedida por el Congreso de tener poder de policía o de seguridad, sólo estaba autorizada a hacerlo fuera de los EE.UU. Pero desde su mismo comienzo, el MK-ULTRA quebró esta prohibición congresional y comenzó a testear sobre impávidos ciudadanos noerteamericanos.

Quizás por esta razón, nunca se sabrá a ciencia cierta hasta que nivel llegó la ilegalidad del MK-ULTRA, ya que Richard Helms, director de la CIA y mentor del proyecto, ordenó la destrucción de toda la documentación existente, esto fue en 1973, cuando Helms terminó su mandato. Por suerte muchos documentos sobrevivieron a causa de un mal archivado y vieron la luz al final de los años 70.

Un proyecto, llevado a cabo por Harris Isabel, director del Servicio del Hospital Público de Kentucky, fue el responsable de un aparente cese en las operaciones del MK-ULTRA. Consistía en aplicar grandes dosis de LSD, mescalina, marihuana, escopolamina y otras a unos internos de raza negra. A cambio de participar les inyectaba morfina, hasta tres veces al día. Cuando esto llegó al senado, en 1975, Isabel dio a entender que no había contradicciones al proveer estas drogas duras a unos adictos. Considerado esto una violación pública, la CIA anunció el cese de todas sus operaciones de control mental.

Víctor Marchetti, un veterano de la CIA, revelaría la falsedad del anuncio. Dijo que el cese de las operaciones no era más que una cubierta, apoyada por declaraciones de la CIA sobre la falta de resultados favorables. Miles Copeland, otro veterano, afirmaría que el Congreso sólo tuvo un leve vistazo sobre las operaciones secretas que se llevaban a cabo. Otra fuente dentro de la comunidad de inteligencia dice que los esfuerzos de la CIA posteriormente se centraron en la psicoelectrónica, ya que la narcohipnosis ya había dado todo lo que era posible, el futuro era la combinación de ambas técnicas, la sumisión total.

El Dr. José Delgado, un neurofísico de la Universidad de Yale estaba particularmente interesado en la estimulación electrónica del cerebro. Descubrió que mediante el implante -¿implante, nos suena?- de una sonda en el cerebro era posible ganar enorme poder sobre el control de una persona. Esta sonda operaba por ondas de radio de FM y podía inducir un sinnúmero de emociones humanas.

El Dr. Delgado anunció que sus hallazgos demostraban la desagradable conclusión de que el movimiento, emociones y conducta pueden ser dirigidos por fuerzas eléctricas.

El próximo paso fue la miniaturización de dichas sondas, para pasar posteriormente a las microondas. Ubicando un voluntario dentro de un campo electromagnético y usando ondas de radio específicas, era posible modificar las ondas cerebrales. Esto fue el descubrimiento del Dr. Ross Adey, de la Universidad de California.

El Dr. Joseph Sharp, del Instituto de Investigaciones del Ejército logró transmitir palabras a través de microondas. Ubicado dentro de un flujo electromagnético, Sharp podía entender claramente palabras transmitidas a él por un compañero. Otros adelantos continuaron hasta 1974, cuando el Dr. Scapitz, científico con fondos del Departamento de Defensa tuvo una gran idea. Él buscaría cambinar los estudios del Mk-ULTRA con las nuevas tecnologías de microondas. En un desliz el Dr. Scapitz declaró que “Se proyectará la palabra del hipnotista, mediante la energía modulada electromagnética, a las zonas subconscientes del cerebro del individuo”

Aclaró también que esto sería posible sin la necesidad de emplear receptores o transmisores de mensajes.

Por primera vez, los agentes tenían la posibilidad y habilidad para penetrar la mente de un individuo, incluso sin manipulación previa y sin que éste lo notara. Desde entonces poca cosa o nada de información ha sido revelada. Actualmente existe la evidencia que estas tecnologías están ocultas dentro de las iniciativas del Nuevo Orden Mundial y su gobierno oculto. En un anuncio de 1995 se divulgó que las armas de NLD serían transferidas al area de aplicación de la ley. Esta operación conjunta conocida como Operations other than war, abre la puerta para la milicia en el terreno civil. El objetivo propuesto sería el mayor control del narcotráfico, actividades criminales y terrorismo. ¿Les suena?